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22 mayo, 2020¿Qué tal estás? Nosotros aquí estamos una semana más, hablando de lo que más nos gusta, de nuestras mascotas. Y esta vez lo haremos por partida doble, ya que muchos de vosotros convivís tanto con perro como con gato, y queremos ayudaros para que la convivencia sea lo mejor posible. ¿Será viable vivir en una casa con estos dos animales pacíficamente, o tendrá razón el dicho de «Se llevan como el perro y el gato»?
Antes de nada, hay que dejar bien claro que en una casa pueden convivir perfectamente los perros y los gatos, para que se te quite el miedo 🤣 Es verdad que es difícil a veces hacer que se lleven bien, pero una vez se acostumbren, y si sigues nuestros consejos, todo irá como la seda.
Convivencia perro y gato
Tanto los perros como los gatos son animales sociables, y como seres sociables, pueden convivir juntos sin ningún tipo de problema. Lo ideal es que lo hagan desde cachorros, así la adaptación se hará de manera natural. Pero si llevas un gato a tu casa, en la cual ya tenías un perro, o viceversa, no hay ningún problema, solo necesitarán un período de adaptación.
Vayamos por pasos. Si acoges en tu casa a un perro y a un gato (o varios) desde cachorros, que sepas que se adaptarán perfectamente. El período de adaptación de un perro varía entre las 3 y las 12 semanas de edad, y el del gato, entre las 2 y las 9 semanas. Esto quiere decir que el gato se adapta a una edad un tanto menor (de media) a la convivencia. Su carácter, algo más independiente, puede ser fundamental para ello.
Te preguntarás qué es exactamente el período de adaptación. Se trata del proceso mediante el cual tu mascota se acostumbra a los hábitos domésticos y también al aprendizaje que realizan para comportarse con otras especies. Es por eso, que si se acostumbran a ello, poco después de haber nacido, ese proceso será más corto y menos duro.
¿Eso quiere decir que no puedes adoptar un gato o perro si ya convive uno de ellos en tu casa siendo mayor de un año? En absoluto. Puedes hacerlo, pero deberás ser más paciente y tener más cuidado. Tampoco será una odisea, ya que la conducta sociable de estos animales es tremendamente adaptable, aunque el proceso sea más lento.
Hay que respetar su proceso de adaptación, y simplemente, tener paciencia. Como dice la prestigiosa veterinaria Gema López Aguado, de la clínica Kivet Sant Pere de Ribes: «Ambas especies son sociables y compatibles por naturaleza». Por tanto, con una buena educación que les puedas dar, y sin forzar la amistad entre ellos, ya que debes «dejarlos a su aire» en ese sentido, pueden convivir aunque no sea desde cachorros.
Gestión de la convivencia
Organizar la convivencia entre estos dos animales es fácil si conoces un poco los comportamientos de ambas especies. Es decir, debes respetar las necesidades y hábitos de cada animal para no enfadarlos o distorsionar su conducta inherente en ellos. Tendrás que dejar que los gatos sean gatos, y los perros sean perros.
Por ejemplo, el gato es muy posesivo y territorial, necesita controlar al máximo su entorno. Muchas veces usa escondites para huir del estrés o incluso del miedo. Debes dejarle esos espacios de «intimidad» y no quebrantarlos. Ya sabemos todos el carácter independiente de los gatos, y no debemos molestarlos en situaciones en las que quieran tener momentos de soledad.
Por el contrario, los perros son mucho más disciplinados en cuanto a obedecer órdenes. Necesita tener unas pautas marcadas y unas rutinas con las que vaya adquiriendo un hábito. Esto le hará estar más sanos mentalmente y encontrar un equilibrio emocional muy necesario.
Dicho esto, y habíendote quedado claro que los gatos necesitan ir un poco más «a su bola», las bases de la convivencia ya las hemos establecido. Ten en cuenta que cada pareja de animales convivirá de una manera distinta. Unos estarán todo el rato pendientes del prójimo, otros querrán estar más contigo que con su amigo peludo, y otros simplemente tendrán una relación cordial con su compi.
Tienes que respetar las decisiones que tomen. Si no quieren estar demasiado tiempo juntos, no tienes que forzar una amistad, ya que no vas a conseguir nada. Como mucho, les generarás estrés e incomodidad. «El bienestar de cada animal radica en respetar la relación que ellos establezcan», añade la veterinaria.
Puede que lo entiendas mejor si llevamos el ejemplo a los humanos. ¿A ti te gustaría que te obligaran a ser amigo de una persona con la que no tienes una relación muy profunda? Seguramente no. Lo mismo pasa con los animales. Pero tranquilo, lo normal es que los dos animales lleguen a respetarse y a convivir sin ningún tipo de problema. Si tienen comportamientos extraños, puedes consultar a tu veterinario.
Proceso del acercamiento
La adaptación entre el perro y el gato será progresiva y lenta, a menos que haya un amor a primera vista. Este proceso puede durar varias semanas. Nosotros te damos algunas recomendaciones. Lo primero de todo, es mejor que lleves a tu nuevo miembro de la familia al veterinario, antes de que comparta suelo con tu otra mascota. Si todo está bien y te da el visto bueno, y cuando tenga las vacunas en regla, adelante con la convivencia.
De esta manera, descartará posibles enfermedades víricas que pueda transmitir. También sería bueno que adaptaras una zona neutral en tu casa para tu nueva mascota. La que ya habitaba en tu casa, debe sentir que no están invadiendo ningún territorio, y tienes que ir haciendo que poco a poco vaya accediendo a todos los lugares de la casa, como su compi.
Esta zona la puedes llenar de juguetes y utensilios necesarios para que tu nueva mascota se adapte lo mejor posible y no se aburra ni se estrese. Si el nuevo animal es un gato, un rascador y un arenero son un must. Si la zona que habilitas para él, es una zona que no le interesaba demasiado a la mascota que ya estaba en casa, mejor.
Eso sí, tienes que darle el mismo cariño a tu nueva mascota que a la anterior. La zona adaptada para ella debe ser seguro, ten cuidado con que pueda haber escaleras o sitios peligrosos para la mascota, sobre todo si es un cachorro.
En resumen, te aconsejamos que tengas paciencia, que vayas adaptando poco a poco al nuevo miembro de la familia a tu hogar, que no intervengas demasiado en su relación, a no ser que sea necesario, y que no castigues su comportamiento si es normal en su especie y no causa ningún daño.
Esperamos que te hayan servido todos estos consejos. Tener mascota es algo maravilloso, es un amigo para toda la vida, y un fiel compañero. Si tienes dos, o más, serás más afortunado. Te esperamos la semana que viene de nuevo en el WaskyBlog 😀
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