¿Qué no les gusta a los gatos?

Como a todas las personas, a los animales hay cosas que no les gusta. Y es que es muy importante conocer de primera mano qué es lo que a nuestras mascotas les desagrada o no les sienta bien. Así podremos evitar que se estresen o que se vuelvan ariscos con nosotros.

En el caso de los gatos, tiene aún más importancia ya que, por normal general, suelen ser más estrictos en sus gustos que los perros. Por ello, conocerlos bien y tratarlos como les gusta, pueden afianzar muchísimo la relación humano-gato. Y aunque cada gato sea un mundo, existen algunas cosas que no les suele gustar a ninguno de ellos. Si quieres que tu gato se sienta a gusto contigo ¡evita hacer todo esto que te vamos a contar en Wasky!

Cosas que no les gusta a los gatos

La comida fría. Normalmente solemos sacar la comida del frigorífico y se la servimos. Sin embargo, los gatos no soportan los alimentos fríos por lo que, antes de servirla, pásala por el microondas durante 20/ 30 segundos.

Los olores fuertes. Debido a lo desarrollado que tienen el sentido del olfato (aunque no tanto como los perros), los mininos detectan olores de manera más intensa que nosotros. Por ello, cualquier olor que sea más fuerte de lo normal les molesta mucho. Algunos ejemplos:

• Los cítricos y los plátanos: No pueden con el olor ácido de éstos. Lo mismo con la cáscara de plátano, no la soportan. De hecho, si quieres que no visiten alguna zona de la casa, un limón cortado es un excelente repelente natural para ellos.
• Desodorantes, jabones, colonias, etc: Generalmente no les gusta los olores químicos, ya que les resulta demasiado fuertes. De cara a limpiar sus juguetes, usa un detergente muy suave.
• Algunas plantas: Normalmente las que desprenden olores más intensos de lo normal (Lavanda, geranio, tomillo, etc.)

Cogerlos como un bebé. Es decir, boca arriba. Los perros lo aguantan pero los gatos no lo soportan ya que lo ven como una postura vulnerable. A esto se le une el evitar retenerlos a la fuerza ¡no lo hagas! puedes salir mal parado.

Las puertas cerradas. Más de una vez tu gatete se habrá sentado al lado de una puerta cerrada sin más. Eso es que está esperando a que la abras porque no les gusta que esté cerrada. ¿Por qué? pues porque no les permite estar en todos los espacios de la casa y no les deja tener controlado todo lo que pasa en su hogar.

La suciedad. En general, no la soportan ya que los gatos son animales muy limpios. Y en concreto, su caja de arena. No dejes sus caquitas mucho tiempo en ella y cambia la arena cada vez que esté sucia. Si no lo haces, tu gatete se sentirá incómodo y buscará otros espacios limpios de la casa para hacer sus necesidades.

Sentirse ignorados. No hay cosa que les duela más a nuestros amigos gatunos que el sentirse ignorado. Es cierto que no son los animales más mimosos del mundo, pero si necesitan de caricias. Si no lo haces, te castigará haciendo alguna travesura.

Las caricias intensas. Como hemos mencionado antes, les gusta ser acariciados pero en su justa medida. Si eres muy persistente manoseándole o les acaricias con mucha fuerza, mala cosa estás haciendo. No significa que no se le acaricie, simplemente hay que hacerlo de forma suave y cuando lo pidan.

Mantenerles la mirada. Si miras fijamente a un gato, seguro que algo bueno no pasa. Los gatos y los perros entienden como una amenaza cuando se les mira de manera fija. No obstante, si en vez de mirarlo fijo, lo miras cerrando los ojos lentamente y te corresponde, es que se siente a gusto.

Cada gato, un mundo.

Es verdad que a la mayoría de los gatos todo esto que hemos mencionado no les suele agradar. No obstante, cada gato tiene su carácter y, si lo acostumbras desde pequeño, puede ser que se adapte sin problema. Por ello, conoce a tu gato y descubre si son estas u otras cosas las que no le gustan, para tratarlo así de la mejor manera posible.